"No fotografío la naturaleza, fotografío mi fantasía", proclamó Man Ray, y encontró en el ojo de la cámara y en la química mágica de la luz los mecanismos para soñar. Formado como pintor y diseñador en Nueva York, Man Ray se dedicó a la fotografía después de descubrir la Galería 291 y su carismático fundador, Alfred Stieglitz. Como joven expatriado en París durante los años veinte y treinta, Man Ray abrazó el surrealismo y el dadaísmo, credos que enfatizaban los efectos del azar, la disyunción y la sorpresa. La experimentación incansable con la técnica lo llevó a emplear la solarización, la ampliación del grano, los medios mixtos y las impresiones sin cámara (fotogramas), a las que llamó "rayografías", realizadas colocando objetos directamente sobre papel fotográfico y exponiéndolos a la luz. Estas manipulaciones exitosas, por las que fue apodado "el poeta del cuarto oscuro" por su colega surrealista Jean Cocteau, fueron una importante contribución a la fotografía del siglo XX.
Man Ray no era menos experto en fotografía comercial y de retratos, y se ganaba bien la vida tanto en París como más tarde en Hollywood. Sus retratos de Joyce, Eliot, Matisse, Artaud, Hemingway y Brancusi, entre otros, dan testimonio de su convincente perspicacia. Reconocido por su ingenio exótico y su elegancia, Man Ray fue una de las figuras más populares de su tiempo y su trabajo sigue teniendo un gran atractivo.
Man Ray presenta cuarenta y tres de las mejores imágenes de la carrera del artista. El ensayo de Jed Perl describe las influencias detrás de la abundante carrera de Man Ray y su perdurable contribución a la fotografía.
Man Ray Aperture Masters of Photography - Man Ray
Usado Muy Bien / VG