Fan Ho (1931-2016) fue un fotógrafo legendario cuyas impresionantes imágenes en blanco y negro capturaron la esencia del Hong Kong de mediados del siglo XX. Con un gran ojo para la composición y un profundo aprecio por la luz y las sombras, las obras magistrales de Fan Ho trascienden los límites de la fotografía documental para convertirse en obras de arte por derecho propio. El famoso fotógrafo, director de cine y actor autodidacta Fan Ho recibió su primera cámara, una Rolleiflex, de manos de su padre cuando tenía trece años. Ho, conocido por su crónica de Hong Kong durante las décadas de 1950 y 1960, mientras emergía como un importante centro metropolitano, nació en 1932 en Shanghai. Emigró con sus padres a Hong Kong cuando tenía dieciocho años. Afectado por fuertes migrañas mientras estudiaba en St. Paul's College (ahora St. Paul's Co-ed College), Ho descubrió que la única cura para su dolor era respirar aire fresco mientras caminaba por las calles de Hong Kong. Para aliviar su aburrimiento, tomó fotografías. Cautivado por el drama diario de Hong Kong con mercados abarrotados, vida callejera vigorosa y callejones escondidos, Ho descubrió que la fotografía no sólo aliviaba sus dolores de cabeza sino que también era un medio potente para su visión artística. La carrera fotográfica de Fan Ho comenzó en Shanghai a la temprana edad de 14 años, cuando su padre le regaló su primera Kodak Brownie por su cumpleaños. Fan Ho se mudó a Hong Kong con su familia a la edad de 18 años. Fue allí donde comenzó a perfeccionar su oficio, explorando las calles y callejones de la ciudad para capturar a las personas y los lugares que definirían su obra. Fan Ho fue más prolífico en su adolescencia y en sus 20 años y creó su mayor obra antes de cumplir los 28. Su trabajo no pasó desapercibido en su época. Ganó en su época cerca de 300 premios y títulos locales e internacionales compitiendo en los salones. Su talento también fue descubierto por la industria cinematográfica, donde comenzó como actor antes de pasar a la dirección de cine hasta retirarse a los 65 años. A lo largo de su carrera, Fan Ho publicó varios libros de fotografía y ganó numerosos premios por su trabajo. Las fotografías de Fan Ho se caracterizan por su llamativo uso de luces y sombras, lo que crea una sensación de dramatismo y profundidad en cada imagen. A menudo incorporaba elementos arquitectónicos en sus composiciones, utilizando las líneas y ángulos de los edificios para enmarcar a sus sujetos y atraer la atención del espectador a través de la imagen. Nunca tuvo la intención de crear un registro histórico de los edificios y monumentos de la ciudad; más bien pretendía capturar el alma de Hong Kong. Según el señor Ho; "Amo Hong Kong y amo a la gente de Hong Kong"; las dificultades y la resiliencia de sus ciudadanos.