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Trent Parke y Narelle Autio, que más tarde se convertiría en la esposa de Parke, fueron elegidos para documentar la vida en las playas australianas a principios de 1999, durante uno de los veranos con peores ahogamientos en el país. En un proyecto que abarcó dos años y playas desde Bondi en Sydney hasta las playas de Freshwater y Manly, al norte hasta Bogie Hole en Newcastle, hasta Port Macquarie y Byron Bay, las tomas submarinas de la pareja construyeron un retrato de un pasatiempo australiano que capturó algo de la identidad nacional, así como algo más amplio y universal sobre la relación de la humanidad con la naturaleza salvaje.
"El océano es un símbolo de la energía universal suprema, algo que da y quita vida", dice Narelle Autio. “Puede ser tranquilo y calmado o violento e impredecible. A pesar de los peligros y la inevitable pérdida de vidas, el mar sigue siendo una atracción irresistible para millones de personas. Queríamos mostrar esta simbiosis entre la humanidad y el océano y nuestra aparente necesidad continua de volver al agua”.