Así recuerdo la ciudad de Nueva York durante el primer verano tras los atentados del 11 de septiembre. Los obreros retiraban los últimos escombros del derrumbe de las Torres Gemelas. Tenía 19 años y me acababa de mudar a Manhattan desde la pequeña granja de mi familia en Long Island. La ciudad se sentía inmensa y frágil a la vez.
 
Fotografié ese verano porque quería mostrar la sanación de la ciudad de Nueva York, tanto en celebración como en unidad, y con algunas cicatrices. Recorrí los cinco distritos con mi cámara. Cuando alguien me miró a los ojos, pregunté si podía retratarlo. Al principio, supuse que la gente reaccionaría con cautela. Era un desconocido. La ciudad se recuperaba de un suceso que sacudió su sensación de seguridad. Sin embargo, la mayoría dijo que sí y miró directamente a la lente de mi cámara. Agradezco que hayan confiado en mí. - Lucas Foglia