Catálogo de la exposición de Hiroshi Sugimoto que tubo lugar en 1988 en galeria Sonnabend Gallery de Nueva York y el Sagacho Exhibit Space y el Zeito Photo Salon ambos en Tokyo. El catálogo se divide en 3 partes.
1 - Dioramas. Cuando llegué por primera vez a Nueva York en 1974, visité muchos de los sitios turísticos de la ciudad, uno de los cuales fue el Museo Americano de Historia Natural. Hice un descubrimiento curioso mientras miraba la exposición de dioramas de animales: los animales de peluche colocados frente a fondos pintados parecían completamente falsos, pero al echar un vistazo rápido con un ojo cerrado, toda perspectiva se desvanecía y de repente parecían muy reales. Había encontrado una manera de ver el mundo como lo hace una cámara. Por muy falso que sea el sujeto, una vez fotografiado, es tan bueno como real.
2. Theaters. Soy un autointerlocutor habitual. Una noche, mientras tomaba fotografías en el Museo Americano de Historia Natural, tuve una visión casi alucinatoria. Mi sesión interna de preguntas y respuestas que condujo a esta visión fue más o menos así: "¿Supongamos que filmas una película completa en un solo fotograma?" La respuesta: "Obtienes una pantalla brillante". Inmediatamente comencé a experimentar para realizar esta visión. Una tarde entré en un cine barato del East Village con una cámara de gran formato. Tan pronto como comenzó la película, arreglé el obturador en una apertura máxima. Cuando la película terminó dos horas más tarde, cerré el obturador. Esa noche revelé la película y mi visión explotó detrás de mis ojos.
3. Seascapes. Agua y aire. Estas sustancias son tan comunes que apenas llaman la atención y, sin embargo, garantizan nuestra existencia. Los comienzos de la vida están envueltos en un mito: que haya agua y aire. Fenómenos vivos generados espontáneamente a partir del agua y el aire en presencia de luz, aunque eso podría sugerir fácilmente una coincidencia aleatoria como una Deidad. Digamos simplemente que resultó que había un planeta con agua y aire en nuestro sistema solar y, además, precisamente a la distancia adecuada del sol para las temperaturas necesarias para generar vida. Si bien no es inconcebible que exista al menos un planeta así en los vastos confines del universo, buscamos en vano otro ejemplo similar. Misterio de misterios, el agua y el aire están ante nosotros en el mar. Cada vez que miro el mar, siento una tranquilizadora sensación de seguridad, como si estuviera visitando mi hogar ancestral; Me embarco en un viaje de observación.
Textos Hiroshi Sugimoto
Estado de libro muy bien salvo una ligera marca de humedad en el reverso del angulo superior derecho, 2 cms aprox, apreciable en la camisa ( dustjacket ). Foto Nº 8
