El 29 de octubre fue para mí un sábado como cualquier otro. Como de costumbre, guardé mi cámara en el bolsillo de mi chaqueta por la mañana y caminé hasta la cafetería cerca del parque en la salida oeste de la estación de Ikebukuro para tomar mi café, mientras tomaba alguna foto ocasional mientras pasaba tranquilamente por paisajes familiares.
...
Mientras estaba sentado allí y sorbía mi café distraídamente, literalmente cruzó por mi mente una idea que nunca antes se me había ocurrido. La idea era llenar un número de Record exclusivamente con las fotos tomadas ese día en particular. Durante mucho tiempo había estado alardeando de que solo necesitaría un solo día para capturar suficiente material para llenar un álbum de fotos entero, pero en realidad nunca fue tan fácil. Pero como ese era el plan que tramaba mientras tomaba un café, me di cuenta de que esta vez no tenía otra opción.
– Daido Moriyama, epílogo