Fotografías de la geografia española de los años 60. El fotógrafo Francesc Català-Roca nos ofrece revivir la década de los años 50 con una fotografías que renacen los paisajes de la España de la época, así como sus personajes y curiosidades.
El autor explica por qué no ha querido incluir texto al lado de cada foto: 
"Debe de ser la propia imagen la que dé la explicación y hay que hacer el esfuerzo para comprenderla por uno mismo. Nuestra visión del mundo es más bien horizontal que vertical. Observad que tenemos dos ojos, uno al lado del otro, en lugar de tenerlos uno sobre el otro. Por ello es fácil entender por qué las dos ocasiones en que ha habido que decidir un tipo de formato para el cine o la televisión horizontal es el que se ha impuesto."
"Pero esto no suele ser el caso de los libros escritos, porque si los hacemos horizontales las líneas de texto se alargarían demasiado. Las imágenes toleran el hecho de quedar divididas por la inevitable separación entre página y página, siendo preferible la inclusión de una foto vertical en una sóla página, pero como cuando abres un libro tienes dos páginas a la vista, he puesto dos fotos procurando que no se peleen, sino que se complementen creando una nueva imagen conjunta."
 
Autor:
Francesc Català-Roca nacido en Valls el 1922, se inicia en el mundo de la fotografía profesional desde muy joven y de la mano de su padre, el fotográfo Pedro Català-Pic, que lo introduce en los círculos vanguardistas de la Barcelona de los años treinta.
Su trayectoria profesional lo ha llevado a ser considerado uno de los autores más prolíficos y reconocidos de este país. Ha ilustrado unos sesenta libros de temáticas principalmente costumbristas o referentes al mundo del arte.
Ha recibido, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Artes Plásticas 1983 del Ministerio de Cultura, la Cruz de Sant Jordi y el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalitat de Catalunya, cuatro premios Ciudad de Barcelona (dos de fotografía y dos de cine) y la Medalla de Oro al Mérito Artístico 1993 del Ayuntamiento de Barcelona, así como el "Ocell Solar" 1993 de la Fundación Juan Miró.