Desde marzo de 1981 hasta junio de 1983, David Hockney pasó prácticamente todo su tiempo creativo experimentando vorazmente con la cámara. Tomó miles de fotografías y al final produjo más de 350 fotocollages que iban desde “bocetos” íntimos hasta panoramas vertiginosos que contenían una miríada de detalles y cientos de microperspectivas. Su objetivo era crear, como él mismo dice, “imágenes que describan cómo vemos, no todas a la vez, sino en vislumbres discretos y separados... para sintetizar una impresión viva”. Para el propio Hockney, la experiencia fue profunda. "Creo que nunca había pensado tanto en la visión, en cómo vemos, como lo he hecho durante los últimos meses".
 
Ahora, en Cameraworks, vemos los frutos del trabajo de Hockney. Acompañado de un importante ensayo preliminar basado en extensas entrevistas con Hockney realizadas por el crítico de arte neoyorquino Lawrence Weschler.