Desde febrero de 2015 y durante aproximadamente un año, Iacopo Pasqui comenzó a relacionarse y fotografiar a un grupo de adolescentes nacidos en 1999. Motivado por la curiosidad hacia las dinámicas sociales contemporáneas y por la necesidad de fotografiar a los demás, encuentra en este grupo de jóvenes amigos una dimensión adecuada a su obra, dada la proximidad y el desfase generacional. Al principio parte dictado por el prejuicio de encontrar en las vidas de Alessio, Chicca, Flavio, Francesco, Irene y Rebecca el reflejo de la podrida y caída sociedad contemporánea, pero con el tiempo el autor reconsidera su punto de vista, descubriendo en la vida de los niños una naturaleza más ordinaria de lo que había esperado. Este trabajo no pretende asombrar visualmente a su público, pero pretende ser una investigación sobre la poesía y la pureza de esta época, sobre la inocencia de estos niños, y sobre su manera de ser, en el fondo, todavía niños. Pretende revelar una realidad complicada, pero a la vez tan normal que parece estar a años luz de su entorno. "